Su especialidad eran, sobre todo, pequeñas imágenes de los santos que desfilan en la tradicional fiesta del Corpus Christi.
En la actualidad, los imagineros más destacados son los Mendívil, Antonio Olave, Santiago Rojas y Edilberto Mérida.
Utilizando como materia prima la lana de alpaca u oveja teñida casi siempre con tintes vegetales, las diestras tejedoras cusqueñas crean sofisticados diseños basados en los pallaes, ornamentos con gran variedad de motivos zoomorfos, fitomorfos y antropomorfos.
Con destino a los mercados turísticos, los sampableños fabrican llamitas, idolillos y campanitas de bronce.
La cerámica cusqueña está sufriendo notorias transformaciones en las últimas décadas, seguramente bajo el influjo de la demanda turística.
Ceramistas importantes son: El maestro Sabino Tupa Llavilla, ganador del premio IntiRaymi, Miguel Coila, Julian Ventura Cárdenas, Luis Soler, artista ceramista radicado en Ollantaytambo, Gonzalo Rodríguez, maestro alfarero de la comunidad de Raqchi, en Canchis, María Antonieta Mérida, hija del maestro Edilberto Mérida y actual embajadora de la cultura.