Artemio de Antioquía
San Artemio de Antioquía († 362[1] o 363, según distintas fuentes), conocido como Challita en la tradición maronita,[Nota 1] fue un general del Imperio Romano, dux Aegypti (Prefecto Imperial de Egipto).[2] Artemio era egipcio por nacimiento, logrando servir como oficial bajo el emperador Constantino I. Constancio II le ordenó ir «más allá del Danubio» y devolver a Constantinopla las reliquias de Andrés el Apóstol —desde Patras—, de Lucas el Evangelista —desde Tebas, en Grecia— y san Timoteo —desde Éfeso—.[3] Artemio cumplió su tarea y fue recompensado con el nombramiento al cargo de dux Aegypti (360).Un año más tarde, a la muerte repentina de Constancio, su primo Juliano, que renegó públicamente del cristianismo y se declaró pagano, se convirtió en el emperador romano.El mismo Artemio, «brazo armado» del obispo Jorge, «había destruido numerosos ídolos»; no solo le detestaban los paganos, sino también los cristianos partidarios del Concilio de Nicea, como san Atanasio, a los que había reprimido ferozmente.