Comprende, en primer lugar, las sociedades primitivas actuales, es decir, aquellas sociedades cuya cultura está o estuvo poco contaminada por las culturas más desarrolladas de los pueblos vecinos o de los conquistadores.
En segundo lugar pero con la misma importancia están las sociedades primitivas que al final del neolítico realizaron las primeras construcciones cuyos restos han llegado hasta nosotros.
También son las culturas neolíticas primitivas de diversas partes del mundo cuya huella en la civilización prácticamente se extinguió con ellas.
En este sentido, se indican seguidamente una serie de tipos significativos, vinculados a distintos pueblos y culturas, con distintos estadios de desarrollo : Los elementos significativos del territorio, como son: las pozas de agua, los ríos, las colmenas, los termiteros, los grandes árboles, etc., o el propio medio natural donde habitan los pueblos y tribus primitivos, es sometido por ellos a una interpretación mítico espacial que permite, a la antropología moderna, postular una arquitectura del territorio entendida como inseparable de la arquitectura de residencia.
Así tenemos que antes de la arquitectura construida, los pueblos primitivos, mediante las interpretaciones mítico simbólicas de su medio físico, construyen verdaderos modelos espaciales que establecen la mediación entre la propia estructura social y el territorio.