Solo queda uno en pie, puesto que, los otros dos fueron mutilados en 1973 al llevarse a cabo la cimentación del Camí dels Xarcs-Secs.
Además, cuenta con una pequeña acequia, por la cual transportaba agua hasta 1970, cuando cayó en abandono.
[5] Entre las afecciones se encuentran las bases del arco descubiertas y faltantes de material que podrían poner en riesgo su estabilidad.
Su profundo y ancho cauce siempre está seco, salvo en las avenidas, cuando recibe tantas aguas y corre tan furiosamente que destruye quanto encuentra”'''[11] El regadío histórico de Torrente se ha configurado alrededor del barranc de l´Horteta y la Séquia de les Fonts.
[3] El origen del sistema de regadío tradicional se encuentra en los asentamientos andalusíes, anteriores a la conquista cristiana del siglos XIII, tras la cual el espacio agrario se transformaría y organizaría.
Tanto el azud como las acequias de reparto que figuran en la Carta Pobla ya estaban construidas y en funcionamiento.
[Nota 7][18] Debemos tener en cuenta que las obras hidráulicas andalusíes respondían a una modalidad y un sistema de riego distinto.
La comunidad campesina adaptaba la técnica a las necesidades y disponibilidad de agua.
[18] Aunque en esta carta no es mencionado ningún topónimo que haga referencia a asentamientos en este momento de ascendencia árabe,[19] topónimos como Prenxisa y el registro arqueológico dan testimonio de la alquería andalusí del distrito catastral de Chiva.
Hay en él preciosas huertas regadas con fuentes, pero más secano sin comparación, y en él varias lomas humildes en las cercanías del pueblo, más altas a mayor distancia por el rumbo del oeste, llegando últimamente a formar cerros y montañas.
No contentos con cultivar su término, pasando los contiguos, y principalmente al de Chiva y llano de Quart a satisfacer la pasión que tienen al trabajo.
allí poseen en propiedad o por arriendo dos veces más tierra que la que comprende su término propio, y aumentan de este modo los frutos para sostener la población.”[26] Este sistema hidráulico estuvo en funcionamiento desde el siglo VIII hasta finales del siglo XX.