Armin T. Wegner

Defendió la paz, los derechos humanos y una convivencia tolerante de las culturas.

Después de la Primera Guerra Mundial se comprometió en el movimiento pacifista.

Entre otras cosas, fue honrado como Justo entre las Naciones por el monumento conmemorativo de Yad Vashem.

Terminó sus estudios con una tesis doctoral sobre «La huelga en el derecho penal», que fue calificada summa cum laude.

[3]​ Allí fue testigo presencial del genocidio contra el pueblo armenio perpetrado por los Jóvenes Turcos.

[2]​ En 1916, tras unas declaraciones críticas sobre el genocidio armenio y una carta a su madre en la que condenó la guerra, Wegner fue despedido del servicio sanitario y obligado a trabajar en la sección para pacientes con cólera.

Redactó una carta abierta a Karl Liebknecht en la que protestó contra una revolución violenta.

En el mismo año escribió una carta abierta al presidente de los EE.

El mismo año emprendió un viaje a Rusia y el Cáucaso, habiendo sido invitado por la Unión Soviética.

En los años siguientes vivió olvidado en Italia e incluso fue declarado muerto en una convención de escritores en Berlín.

[3]​ En 1969 fue invitado a un «Simposio de los Refugiados del Tercer Reich» en Estocolmo.

Soldados turcos acompañan a los armenios a la ejecución, abril de 1915. Una de las muchas fotos que Wegner tomó arriesgando su vida.