Fue la primera escuela profesional española en la que el aprendizaje de una profesión se acompañaba con enseñanzas teóricas y técnicas.
Se tomó como referencia la “École d’Armerie” de Lieja (Bélgica).
Dicha moción fue aprobada por unanimidad y fue respaldada, con entusiasmo, por todo el pueblo de Éibar.
La escuela sería propiedad municipal y de carácter netamente popular.
En el Comité Ejecutivo figuran cuatro representantes del ayuntamiento, dos por los patronos y uno por los obreros.
En octubre de 1938 se vuelve a abrir la escuela bajo el mando del director Cándido Astaburuaga.
Las obras se inaugurarían diez años después, en 1960, siendo director José Ormaechea.
Los años noventa del siglo XX vinieron a poner un poco en orden las nuevas formas de la educación técnica y se desarrollaron nuevas especialidades en las que se mantienen el impulso del espíritu de la Escuela.
Una vez finalizado este ciclo formativo se puede salir al mundo laboral o continuar estudios en Bachillerato o en un Ciclos de Grado Superior (tras superar la prueba de acceso).
[3] Dentro de su estrategia actual está mantener el prestigio que el centro obtuvo en otro tiempo al menos en su zona de influencia (comarcas del Bajo Deva y limítrofes).
Prestigio que debe ser reconocido por la sociedad en general y por el propio alumnado.
El edificio original quedó muy dañado durante la guerra civil y fue reconstruido tras la misma.
Luego, en 1950, se realizaron importante obras de ampliación que continuaron, en diferentes etapas, hasta el final del siglo XX.
[5] Con el curso 2011-2012 se cumplen cien años de la puesta en marcha del centro.