Ario honorario (del alemán: Ehrenarier) fue un término utilizado en la Alemania nazi.
La explicación más extendida a por qué los nazis concedían la categoría de arias a personas de raza no europea es el valor que se les concedió al considerarlas importantes para la economía alemana o el desarrollo de la guerra,[1] y otras razones meramente políticas.
A veces, sin embargo, se concedía por otros motivos no tan prácticos.
[6][7][8] Mientras solo unos cuantos judíos se beneficiaron del estatus a título individual, se le otorgó a todos los japoneses como colectividad después que Japón suscribió el Pacto Anti-Komintern de 1936, y parece ser que no fue solo por razones económicas, militares o políticas, sino por su integridad racial.
Aunque de diferente etnia, ideólogos nazis como Heinrich Himmler consideraban que los asiáticos poseían suficientes cualidades en común con la sangre nórdico-alemana como para merecer una alianza con ellos.