Este lanzador parcialmente reutilizable debería suceder al Ariane 6 en la década de 2030.
La arquitectura preferida es la del cohete Falcon 9 (una primera etapa reutilizable que aterriza verticalmente con un modelo de motor común para las dos etapas) mientras usa un motor que consume una mezcla de metano y oxígeno líquido.
La arquitectura propuesta para Ariane Next utiliza la fórmula desarrollada por SpaceX con su lanzador Falcon 9: una primera etapa reutilizable que, después de separarse de la segunda etapa, vuelve a aterrizar verticalmente en la Tierra.
El metano es menos eficiente que el hidrógeno utilizado por el motor Vulcain de Ariane 6, pero puede almacenarse a temperaturas más altas (-160°C contra -253 °C para el hidrógeno), lo que permite aligerar y simplificar los tanques y los circuitos de suministro, y su densidad es cercana a la del oxígeno, lo que permite una reducción adicional en el tamaño de los tanques.
Actualmente, el desarrollo se centra en un sistema de patas a bordo similar al del Falcon 9.