Fue la quinta participación los Pumas, que resultaron eliminados en la fase de grupos tras ser derrotados por Irlanda.
Argentina clasificó al torneo luego de golear a sus pares americanos.
El capitán Lisandro Arbizu se lesionó y quedó desafectado de la convocatoria.
Por vez consecutiva, fue la segunda ocasión en que Argentina jugó el partido inaugural,[2] esto se repetiría en Francia 2007.
Para el siguiente mundial Argentina realizaría una preparación especial y obtendría un resultado muy diferente.