En su segunda participación, los Pumas resultaron eliminados en la fase de grupos tras perder todos sus partidos.
Argentina clasificó al torneo luego de golear a sus pares americanos.
El capitán Pablo Garretón fue el único, en todas las convocatorias mundialistas, que no nació en Buenos Aires.
En el debut los Pumas cayeron frente a los Wallabies, fue el mayor puntaje en contra para Australia en todo el torneo.
Fue uno de los planteles más federales pero así también el más joven y el que menos experiencia internacional tuvo, esto provocó el fracaso en el torneo.