Arconovaldo Bonaccorsi
Bonaccorsi participó con los Alpini en la Primera Guerra Mundial, combatió en la batalla del monte Ortigara en la región de Trentino-Alto Adigio que supuso una dura derrota italiana.Fue hecho prisionero y permaneció confinado durante catorce meses en un campo de concentración.En 1919, Bonaccorsi llega a Milán y al igual que otros veteranos militares italianos, se incorpora al movimiento fascista en el que irá ascendiendo y obteniendo mayores responsabilidades políticas.Las islas podían ser útiles como base aérea y naval italianas en caso de una guerra que estaba incipiente.Formentera primero e Ibiza después cayeron fácilmente bajo el control republicano.[2] El 1 de septiembre con los refuerzos de Bonaccorsi, que se hacía llamar «General Conde Rossi» (rossi -rojo- por su barba pelirroja), se inicia el contrataque para bloquear y expulsar finalmente a los republicanos.Dos días más tarde llegan a la isla, algunos desmontados a bordo del barco de vapor italiano Morandi, tres bombarderos trimotores y tres cazas italianos como escolta, que servirán para posteriormente tener la superioridad aérea en Baleares.Durante la retirada, los combatientes capturados o que no pudieron reembarcar, fueron fusilados y enterrados en varias fosas comunes la más grande de todas en la playa de Sa Coma, en San Lorenzo del Cardezar.Bajo sus órdenes se legalizó, utilizando un sello con el lema «General Aldo Rossi.Arconovaldi Bonaccorsi recibió de Franco la medalla Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo por sus acciones en conflicto bélico.Posteriormente tras el fin de la guerra, regresó a Italia, siendo destinado o desterrado -por la distancia e interés para con la metrópoli- al África Oriental Italiana también conocida como Abisinia (actual Etiopía) como inspector de las milicias italianas.En 1959 ejercía de abogado y estaba afiliado el partido neofascista Movimiento Social Italiano.