[6] Durante el siglo XVII, la Cofradía recibe numerosos privilegios que le fueron concedidos por diferentes Pontífices.
[6] A finales del siglo XVIII, la Orden edificó un nuevo templo.
En 1835, el convento fue desamortizado, iniciando una grave crisis para las cofradías que radicaban en la iglesia, entre ellas la de la Sangre.
[7] En 1909, varios hermanos hacen que se retome el culto al Santísimo Cristo aunque sin procesionar de nuevo hasta el año 1919.
Al año siguiente, en 1920, es nombrado Hermano Mayor Antonio Baena Gómez (Málaga, 1873-1936).
También se hicieron nuevos todos los enseres procesionales y se incorporan al trono las imágenes del misterio de la Sagrada Lanzada en 1922, realizadas por el escultor valenciano Francisco Marco Díaz-Pintado.
Ese mismo año, el Rey Alfonso XIII otorga el privilegio del uso del Pendón Morado de Castilla a la Corporación, entregándolo a la Archicofradía el infante Jaime de Borbón.
Sin embargo, la Archicofradía, sumida en la decadencia, siguió celebrando sus cultos cada Miércoles Santo en honor a los Titulares entre los años 1932 y 1940, año en que comienza la reorganización, trasladando su sede canónica a la iglesia parroquial de San Felipe Neri.
[6] En 1941, el imaginero malagueño Francisco Palma Burgos (Málaga,1918 - Úbeda,1985) talla la actual imagen del Cristo, procesionando ese mismo Miércoles Santo, acompañado tan solo por la Virgen Dolorosa de Gutiérrez de León.
[7] En la última década del siglo XX, la Archicofradía construye la Casa Hermandad, que se inauguró en 1990.
[14] El trono de la Virgen fue renovado, en 2008, por Rafael Ruiz Liébana, aunque muy reformado por Raúl Trillo y Salvador Lamas.
Aparece también el centurión romano, Longinos, montado a caballo, cuyas bridas sujeta un sayón.