Arbitraje (economía)

Por medio del arbitraje, los participantes en el mercado pueden lograr una utilidad instantánea libre de riesgo.

En términos prácticos, esto es generalmente posible con productos financieros que pueden ser transados electrónicamente.

Así, los canadienses tendrían que comprar dólares estadounidenses para comprar los autos, y esto, en una escala grande, ocasionaría que el dólar de los Estados Unidos se aprecie contra el dólar canadiense.

Llegara un punto en que el precio del dólar estadounidense será tan alto que ya no será atractivo para los canadienses comprar los autos en Estados Unidos, llegando así al punto de paridad del poder de compra.

Este riesgo es particularmente importante, ya que para poder ejecutar un arbitraje rentable las cantidades a transar deben ser muy grandes.

En comparación con la clásica transacción rápida y rentable de arbitraje, esta operación puede ocasionar perdidas desastrosas.

Normalmente para lograr el arbitraje se realizan dos o más transacciones, que deben ser finalizadas mientras las diferencias de precio persisten.

Esta diferencia entre los dos precios depende de la probabilidad y el tiempo en que la compra se efectúe.

El árbitro puede luego hacer dinero al vender algunas de las opciones que se transan más caras en el mercado.

Un American Depositary Receipt es un instrumento que es ofrecido como una acción de una empresa extranjera en el mercado local.

Por ejemplo, una empresa china que desee recaudar más dinero en una emisión de acciones puede emitir depositary receipts en la bolsa de Nueva York y así lograr acceso a fondos del mercado estadounidense.

Sin embargo, en realidad, un ADR puede ser intercambiado por una acción normal de la compañía emisora, por el mismo valor en el que se transe esta última.