La región que ocupaban fue conocida en la Edad Media como Garfagnana.
Eran la más oriental de las tribus ligures, que habitaban en las montañas que bordean Etruria, y ocuparon los valles de los Macra (moderna Magra) y Ausar (moderna Serchio).
Para oponerse a ellos, los romanos establecieron la base de sus ejércitos en Pisae y desde allí atacaron sus territorios en las montañas, pero sus éxitos rara vez pasaban de obligar al enemigo a dispersarse y refugiarse en sus aldeas y fortalezas.
Pero al cabo de un año se rebelaron y derrotaron el cónsul Quinto Marcio Filipo, que perdió 4.000 hombres.
Al año siguiente (185 a. C.) los romanos los derrotaron pero no quedaron sometidos; otras expediciones se hicieron en los siguientes cinco años hasta que el 180 a. C. los cónsules Publio Cornelio Cetego y Marco Bebio Tánfilo, deportaron a toda la población (unas 40.000 personas en el primer año y 7000 más al año siguiente) al Samnio donde fundaron un establecimiento en Campi Tauransi y fueron conocidos como ligures cornelians o ligures baebianii, denominación que todavía llevaban en tiempos de Trajano.