Apartado de correos 1001

De género suspense, se la considera, junto con Brigada criminal (1950, Ignacio Iquino), iniciadora del cine negro barcelonés, y es hoy una película casi de culto.

En un principio la película iba a ser dirigida por Antonio Román siendo Julio Salvador el ayudante de dirección.

[2]​ La película está ligeramente basada en hechos reales: tras una ambigua oferta de trabajo publicada en un anuncio de La Vanguardia se ocultaba una trama para estafar a los incautos que respondían a dicha oferta.

Según el policía Gil Llamas, la labor de los guionistas «se circunscribió a manejar los datos conocidos sazonándolos con la inevitable anécdota amorosa y con cierto asesinato perpetrado frente a la Jefatura Superior de Policía».

[7]​ Según cuenta el propio coguionista y montador de la película:

Edificio de Correos. Barcelona