Edición crítica

[3]​ Prácticamente cada obra requiere un método propio, puesto que cada caso es único y necesita la adaptación de diferentes herramientas para llevar a cabo una edición crítica, ningún método es definitivo y cada editor debe decidir cuál es la mejor manera para tratar un texto dependiendo de la intención principal para la edición.

[5]​ Su método consiste básicamente en realizar un análisis exhaustivo de las divergencias y concordancias que pueden presentar los materiales conservados.

Dicho análisis permitirá establecer un árbol genealógico (stemma codicum) de los textos, en el que cada ejemplar proporcionaría, en teoría, mejores o peores lecturas, según sea su antigüedad.

Así se acuñó la expresión «recentiores deteriores», refiriéndose a que los textos más recientes, por lógica, ofrecerían lecturas menos fiables.

Cuando el manuscrito original ya no se encuentra disponible físicamente, el editor tiende a hacer una reconstrucción con las variantes que haya para así crear un texto ideal.