Apacilagua

Después de esta situación la gente que sobrevivió buscaron otro lugar propicio para vivir y que no fuera inundable y pusieron la mirada donde hoy existe Apacilagua.

En 1710, Sebastián de Espinal solicitó la compra del terreno donde hoy es Apacilagua, denominado en su momento Sitio San Pedro Valle de Orocuina, históricamente las tierras donde se encuentra Apacilagua pertenecían a Orocuina y ya con el transcurso del tiempo se fueron delimitando los pueblos y nuestras tierras salieron del dominio de Orocuina.

Después de la iglesia empezaron a hacer el cabildo siempre en el mismo año de 1831, la gente se organizó para poder hacer el cabildo y comenzaron a trabajar pidiendo la colaboración de las personas más influyentes del pueblo porque querían tener sus propias autoridades.

Después de este impase el Alcalde junto con una comitiva se dirigieron al presidente de la República Policarpo Bonilla en 1886, dándole a conocer la situación precaria que había sucedido con el pequeño poblado el haber sido quemado por Domingo Vásquez, una vez lo supo el presidente decidió ayudarles al alcalde y comitiva, les dijo que les iba a dar un Título de tierras denominado Sitio el Algodonal ubicado actualmente en Albarrada, Las Trojas, Pueblo Nuevo, Las Tablas, El Carpintero, equivalente a 4200 manzanas de tierra, con el compromiso que esas tierras las dieran en arriendo a la gente para que de ahí se sostuviera la alcaldía con los impuestos que paguen las personas que se benefician de ellas.

El título de Sebastián de Espinal se ha venido heredando a sus descendientes primeramente a Diego, después pasa a Cesario, después Cruz, después Adelina Espinal, más adelante queda en poder de los hijos de ella; Miguel Ángel, José del Carmen, Julia Estela, Mélida Argentina, Daniel Octaviano Salinas Espinal y Sofía Esmeralda Espinal, herederos que ya fallecieron.

Cediéndole los derechos para que sea Leonardo Espino Salinas quien pueda dar escrituras legales en Apacilagua.