Durante el período Edo, Aoyama albergaba varios templos, santuarios y residencias de samuráis.
[3][4] Durante la era Meiji, la familia imperial japonesa trasladó la capital de Kioto a Tokio, estableciéndose en el antiguo Castillo Edo.
[5] A principios del siglo XX, el desarrollo de la red ferroviaria eléctrica municipal hizo que el barrio prosperara.
[4] Durante la Segunda Guerra Mundial, Aoyama y la zona limítrofe de Akasaka fueron arrasadas por los ataques aéreos aliados.
La calle, considerada el corazón del barrio, ha visto aumentar con los años su popularidad y como consecuencia su volumen de tráfico.
[15] Entre las marcas que han abierto una tienda en el barrio están Prada[16] y Acne Studios.