Rimberto comenta que Anoundus y su hermano Björn, sucedieron al rey Erik y que Anund fue expulsado de su reino, pero se desconoce el motivo.
Anund exigió cien marcos de plata como danegeld y se le concedió.
Los daneses se sintieron engañados y prepararon un ataque sorpresa sobre Birka, pero Anound intentó desviar su atención echando a suertes el futuro de Birka (posiblemente con runas) y dejando en manos de los dioses Aesir la destrucción de la ciudad, resultando que Birka traería mala suerte a los daneses.
Los daneses entonces preguntaron donde debían hacer su incursión, y la respuesta fue a una ciudad eslava.
Los mercenarios dejaron en paz Birka y regresaron de sus pillajes eslavos con un rico botín.