Hijo de Nathan-Herschel Salomon, un comerciante judío francés, Samuel-Adam pasó su infancia en Fontainebleau.
Algunos años más tarde (antes de 1840[1]), adquirió cierta notoriedad por haber esculpido un retrato muy notable del poeta Béranger.
Se formó allí en el arte contemporáneo del retrato (bustos, medallones) para la estatuaria funeraria y monumental.
Adam-Salomon se convirtió en fotógrafo tras estudiar la técnica con el retratista Franz Hanfstaengl en Munich en 1858.
Al año siguiente, Adam-Salomon abrió su estudio de fotografía en París.