Una foto que hizo a este fue luego empleada como modelo por Manet para un grabado.
Nunca se planteó el retrato fotográfico como una actividad con la que ganar dinero, pues mantenía unas ideas estéticas sobre cómo realizar los retratos que le alejaban de los criterios más comerciales, pero que por el contrario lo elevaban al rango artístico.
Nadar hacía retratos como lo haría un pintor pero con un medio nuevo.
Ha habido un largo debate científico sobre si copiaba/imitaba la pintura, aunque parece que finalmente se ha acabado con la polémica al reconocer que, si bien es cierto que Nadar seguía los cánones clásicos ya sentados en la pintura con una técnica nueva, no deja de cultivar un género artístico del que también participa la pintura.
En aras del realismo, desprecia el coloreado de las imágenes o su retoque, buscando con ello una mayor claridad.