Antonio de Gálvez y Gallardo

[3]​ Nombrado administrador general de la renta del tabaco en Canarias gracias a la influencia de su hermano José, en 1777 tuvo un incidente con el pirata marroquí Alí Pérez, que capturó la embarcación en la que se dirigía a tomar posesión de su cargo, y la llevó al puerto de Salé (Marruecos).

[4]​ Sus intentos de quedar libre amenazaron las delicadas negociaciones que en aquel momento llevaban a cabo España y Marruecos y fue liberado por intercesión de un fraile franciscano llegado a la corte del sultán como enviado de Carlos III.

[5]​ Fallecido José, la Corona ordenó una inspección de la labor de Antonio, que no acabó con su condena ante la influencia que aún conservaba la familia en la corte.

[6]​ Relevado de su cargo con una pensión, durante su estancia en Cádiz había logrado amasar una considerable fortuna.

[9]​ A diferencia del resto de hermanos, pidió que lo inhumasen en el real convento de San Luis y no en el panteón que la familia tenía en su localidad natal.