Antonio Reverte

Antonio Reverte Jiménez (Alcalá del Río, 1868 - Madrid, 1903) fue un torero español.

Una placa en la fachada señala la casa en la que vino al mundo en la calle Real de Castilla.

Dio sus primeros pasos en la tauromaquia entre las reses de la finca de la familia Garrido en Alcalá del Río en la que trabajaba su padre y toreando desde muy niño en herraderos, capeas y tentaderos.

Un año después, el 6 de septiembre, se presentaba como novillero en Sevilla alternando con los diestros Antonio Arana “Jarana” y Manuel Nieto “Gorete” obteniendo un gran triunfo con ganado de Benjumea, lo que hizo que volviera a actuar en la misma plaza nada menos que en siete  novilladas más en ese mismo año (tres en agosto, dos en septiembre, una en octubre y otra en noviembre).

[4]​ Aplaudidísimo en quites y toreando a su estilo se impuso desde el primer momento, haciendo ver que había allí un torero de porvenir.

[4]​ Lo hizo finalmente el 16 de septiembre, en una actuación que pasó sin pena ni gloria, actuando de padrino «Guerrita» que, para no comprometer al nuevo torero, convaleciente de sus heridas y con las taleguillas abiertas y sujetas mediante vendas, no quiso tomar las banderillas como le pedía el público.

[5]​ “Salió a Torear casi sin poder moverse” [6]​  Así se enfrentó a Toledano, el toro de Saltillo, negro y delantero de cuernas.

Sufrió una cornada en el muslo derecho  que no le permitió continuar la lidia.

En Madrid  se apresuraron a contratarlo con el público madrileño entusiasmado por la lucha del diestro alcalareño con la declinante valentía de Espartero y la maestría inigualable de Guerrita.

Reverte esperaba apoyado en los tableros del 1 en la tarde del 13 de mayo que los peones de su cuadrilla banderilleasen al sexto toro (Latonero, de Udaeta, berrendo negro), cuando en una arrancada de la res se vio obligado a tomar las tablas, saltando el toro tras él, atropellándolo, derribándolo en el callejón y causándole la fractura del peroné derecho, que mal diagnosticada y por ende mal curada en la enfermería, le tuvo sin torear hasta el 19 de agosto, en que lo hizo en Bayona.

El 11 de junio en Madrid,  en la famosa corrida llamada del “Reina Regente”, su primer toro, Limosnero, (de Aleas, colorado), le cogió al dar una gran estocada y lo  derribó, pretendió incorporarse y el toro lo volvió a enganchar recibiendo, aparte de la herida en el muslo derecho, tan tremendo golpe en el vientre, que motivó un colapso que le tuvo veinte minutos inconsciente y que puso en peligro su vida.

Otro percance menor le ocurrió en Madrid (el 19 de marzo cuando al matar el primero suyo se torció un pie y no pudo seguir la lidia por contusión de segundo grado en la región dorsal tarsiana del pie izquierdo.

El toro estiró el hocico, engatilló al matador por la corva izquierda y le dio una de las más tremendas cornadas que registra la historia del toreo y que conmocionó a toda España en ese momento.

Fue muy mal curado en la enfermería que no estaba preparada para una cornada así.

[9]​ En las plazas en que más toreó fueron Madrid (4 tardes), Lisboa (4), Bilbao(4) y Santander (3).

Solo tuvo un percance sin gravedad en Bayona la tarde del 4 de agosto en que recibió una herida en la mano izquierda pasando a la enfermería y sin poder continuar la lidia.

En 1902 volvió con frecuencia a la plaza de Madrid, en donde lidió seis tardes con aplausos del público que  le recompensaba la pasada historia del lidiador y el esfuerzo que le veía hacer por complacerle; pero las facultades no igualaban los arrestos  y se veía claro que el torero había de buscar en el retiro la solución del problema.

Pasó a Méjico en el invierno,[11]​ yendo a América por primera vez, y allí, según testimonio del corresponsal de Sol y Sombra, tuvo dos fases su trabajo: deficiente la primera, brillantísima la segunda.

Toreó 4 corridas antes de acabar el año (3 en la capital y una en Chapultepec).

En la del 28 de diciembre tuvo un éxito arrollador y, probablemente, fue su mejor actuación en Méjico.

Tuvo cogidas sin consecuencias en Oporto (6.04,  en banderillas, en el 5º, fue cogido y tirado a bastante altura); en Madrid (2.05, en el 5º, al matar, pincha, sale de rebote, le flaquea la pierna izquierda, cae al suelo y el toro lo pisa varias veces); en Palencia (19.05, herido de un puntazo en la tetilla izquierda.

Le alcanza y lo tira al suelo, dándole fuerte porrazo contra la arena.

Reverte no fue un torero de esos excepcionales que marcan una época; pero fue un temperamento, un carácter, una nota brillante con sello propio y algunas de sus suertes, desplantes y recortes pervivieron en diestros posteriores.

[15]​ Pero lo que más se le daba no era ciertamente sus tremendas estocadas arrancando, ni su toreo, que por condiciones físicas innatas hacía ceñidísimo y aplomado, sino “una cosa nueva”,  un algo especial, con sello propio,  que importó en el redondel: el recorte de Reverte capote al brazo.

En  momento oportuno un peón, diestramente colocado, avisaba al toro, y Reverte se salía del terreno en medio de una ovación.

A engrandecer  su leyenda influyó su entorno fuera de las plazas como su afición  a los adelantos modernos siendo, por ejemplo, de las primeras personas que tuvo un automóvil en España y el primero que circuló por Sevilla en coche ante la sorpresa de los viandantes; y su atracción para las mujeres que le llevó a las páginas de periódicos y revistas con su famosa novia (Josefa Olmedo), la actriz Paola del Monte y  la vicetiple Matilde Pretel.

“El Gato Negro”, s. f. (Los grandes toreros); C. L. Olmedo, Reverte en la temporada de 1896, Sevilla, 1897; Latiguillo (seud.

Feria), Antonio Reverte Jiménez, Madrid, Imprenta Ginés Carrión, 1906 (Bib.

1, Madrid, Alianza Editorial, 1992; N. Luján, Historia del toreo, Barcelona, Destino, 1993 (3.ª ed.

); F. Claramunt, Toreros de la generación del 98, Madrid, Tutor, 1998; Ramón R. Álvarez Velázquez.

Antonio Reverte. Detalle de un cuadro conservado por su familia.
El Quite (1897) de Enrique Simonet .
Antonio Reverte y su amigo Braulio Pizarro en el primer coche que llegó a Sevilla.
Reverte después de un quite. La Lidia 25.05.1896
Reverte citando de muleta. Toro de Veragua. 7.05.1899
Monumento a Antonio Reverte en Alcalá del Río.