Antonio Puigblanch

En La Inquisición sin máscara defendió que Cataluña «abandone el idioma provincial», el catalán, para adoptar la «lengua nacional», el español, para «estrecharse más y más bajo las nuevas instituciones con el resto de la nación, e igualarla en cultura».

En Londres se dedicó a la enseñanza del castellano y trabó amistad con Andrés Bello, quien tomó en cuenta sus puntos de vista para su famosa Gramática.

Ese mismo año emigró otra vez a Inglaterra, donde trabajó como cajista de imprenta en Londres.

Allí publicó sus famosos Opúsculos gramático-satíricos del Dr. Antonio Puigbanch contra el Dr. Joaquín Villanueva escritos en defensa propia en los que también se tratan materias de interés común (Londres, 1828, 2 vols.

Puigblanch los presentó en la Real Sociedad establecida en Londres para el fomento de las artes, manufacturas y comercio.

Colaboró en la traducción del Nuevo Testamento (1832) al catalán, con el título Lo Nou Testament de Nostre Senyor Jesucrist traduït de la Vulgata llatina en llengua catalana amb presència del text original, y reimpresa en 1835 en Londres, en 1836 en Barcelona y en 1888 en Madrid.