[1] Los orígenes de la congregación se remontan al nacimiento de los monjes libaneses maronitas que fueron unificados en 1695 en una orden religiosa, incluyendo los monasterios femeninos.
A ella, le coadyuva su consejo, elegido para un periodo de seis años.
[1] Las monjas conservan la clausura, aunque no de estricta observancia, junto a las obras apostólicas que desarrollan en sus propios monasterios: escuelas, orfanatos, dispensarios y asilos de ancianos.
Viven según las Regla de los Maronitas, aprobada por Clemente XII, y su espiritualidad se centra en la ascética características de los antonianos, que tienen por modelo a san Antonio Abad.
[2] En 2015, la congregación contaba con unas 189 religiosas y 36 comunidades,[1] presentes en Australia, Canadá, Chipre, Estados Unidos Francia, Israel y Líbano.