Antoni de Moragas

[2]​ Su formación no sólo se limitó a los aspectos técnicos de la arquitectura, sino que, en todo momento, contó con un importante enriquecimiento humanístico y una gran inquietud cultural; así, en 1951, figura como ganador del primer premio en el concurso de ideas para solucionar el problema de la vivienda en Barcelona, entre los integrantes y fundadores del denominado Grupo R.[2]​ Desde este último y junto a compañeros como Joaquim Gili, Oriol Bohigas, José Antonio Coderch o Josep Maria Sostres, Moragas inició la tarea de avivar un lenguaje moderno que había sido frenado por la guerra.

Por lo general, utiliza hormigón en la estructura, ladrillo en los cerramientos, cerámica en determinados revestimientos de tipo ornamental, hierro en los elementos constructivos y madera en determinados acabados más cercanos al usuario.

Todo ello le confiere un sello distintivo fácilmente identificable frente a la obra de otros arquitectos.

[7]​ También realizó algunas incursiones en el diseño industrial, como su Lámpara elemental (1957) o la Escalera móvil (1957).

Fue padre del también arquitecto Antoni de Moragas i Spa.

Edificio en el número 340 de la calle Biscaia, en el barrio de Navas de Barcelona.