Antoine Vitez

Entra a formar parte del comité de redacción en el que permanecerá hasta 1963.

Es llamado a filas por el ejército francés, lo que interrumpirá sus actividades teatrales durante dos años.

En 1959, conoce al poeta Louis Aragon que dirige la colección de literatura soviética en la editorial Gallimard.

Colabora en varios proyectos editoriales relativos al teatro y a la Unión Soviética.

Retoma su carrera teatral en 1962, cuando es nombrado director literario del Théâtre du Quotidien, en Marsella, donde su mujer dirige un taller de títeres.

En el foyer del teatro, se organizan lecturas de obras de Mayakovski (del que Vitez estaba traduciendo obras), Aragon, Robert Desnos, Czesław Miłosz, Apollinaire, Paul Claudel, etc.

Vitez prosigue su labor didáctica con la creación de las lecturas Poetas a libro abierto.

Estas acciones teatrales estarían estrechamente ligadas a los barrios donde tendrían lugar.

En los años que siguen, sus montajes se suceden, ganándose el favor del gran público y alcanzando un reconocimiento internacional.

Cuando Antoine Vitez lanzó el proyecto "Barrios de Ivry", declaró que "se puede hacer teatro con todo".

Desarrolla un teatro basado en el actor, en su trabajo corporal y su voz, despreciando la "naturalidad" del cuerpo.

Monta a menudo sus espectáculos en lugares no teatrales, con elementos escenográficos sin ninguna función descriptiva.

Según Georges Banu, desarrolla una estética basada en la "libertad lúdica" y en las asociaciones de ideas.