Antoine Lahd

Reinstaló los salarios de los soldados del ejército libanés en el sur que habían sido cortados previamente.

Construyó tres hospitales importantes en Hasbará, Marjayoun y Nabatieh y rejuveneció la economía del sur del Líbano, que históricamente fue dejada a su suerte por todos los gobiernos centrales libaneses.

Lahad pasó ocho semanas en el hospital y sufrió complicaciones de salud dejando su brazo izquierdo paralizado.

A pesar de tener familiares viviendo allí, las autoridades francesas le negaron el permiso para residir en aquel país.

En 14 de mayo de 2014, un tribunal libanés lo condenó a muerte en ausencia por alta traición, inteligencia para el enemigo y uso del secuestro, la violencia y el asesinato.