San Antimo de Roma (f. 303) fue un santo y mártir cristiano.
Antimo convirtió a Piniano y este milagrosamente se curó.
Como muestra de gratitud, Piniano liberó a todos los prisioneros cristianos de su provincia y permitió a Antimo esconderse en la villa del gobernador en la Via Salaria.
Convirtió al sacerdote del dios Silvano y a toda su familia.
Su tumba fue primeramente situada en Montemaggiore donde fue lugar de pegrinación y veneración.