La anticoncepción hormonal utiliza sustancias similares a los estrógenos y progestágenos.
Estas sustancias van a impedir la liberación de las gonadotrofinas del hipotálamo y de la hipófisis, lo que provoca que no se alcance la concentración máxima de LH y FSH y no se produzca la ovulación.
[1][2] Existen dos formulaciones de anticonceptivos orales para el uso en mujeres: En algunas partes del mundo existen otros anticonceptivos orales en período de experimentación: En la actualidad se están estudiando diversos fármacos, siendo el más conocido el dimethandrolone undecanoate (DMAU) un medicamento experimental de esteroides anabólicos androgénicos (EAA) y progesterona.
Además, también pueden aparecer síntomas asociados a niveles bajos de estrógenos como una reducción en la función sexual y en la densidad ósea.
[17][18] La aparición del anillo vaginal hormonal, cuya comercialización y uso comenzó en Europa y Estados Unidos en el año 2002, es una alternativa a la píldora anticonceptiva.