António Francisco da Silva Porto

Durante décadas, fue el único europeo que conocía las poblaciones de la meseta de Bié, porque mucho antes que los exploradores europeos atravesasen África ya este africanista se había establecido como comerciante en pleno sertón angolano.

Durante la revuelta autonomista ocurrida entre 1837 y 1838, Silva Porto decidió regresar a Angola, donde encontró trabajo en una taberna.

Silva Porto hizo muchas amistades con tribus del interior, se adaptó rápidamente a las condiciones de África, y se casó con una mujer prominente del pueblo ovimbundu de Bié, con quien tuvo varios hijos mestizos: Salustiano, Amélia Amalia, António y Amélia.

En 1847 Silva Porto fue nombrado capitán interino de Bié e intentó establecer relaciones pacíficas entre los locales y los europeos.

Su experiencia fue muy valiosa para los comerciantes y aventureros que después recorrieron el interior de Angola.