Los responsables del descubrimiento Peter Lindberg, Dennis Åsberg y su empresa Ocean X Team, han recibido atención mediática en el pasado debido a que sus exploraciones del fondo marino permitieron el hallazgo de un bombardero B-17 estadounidense en 1992 o la recuperación de 2400 botellas sin abrir de Heidsieck & Co Monopoele Gôut Americain, un champán estadounidense de 1907, que alcanzó precios récord al ser subastado en Christie's y que es considerado el champán más caro del mundo.
[2][3][4] Sin embargo, fue la inusual forma antes referida la que mayor atención mediática ha recibido, ya que invitó a una gran especulación sobre el origen sin ninguna evidencia clara, más allá de su forma y tamaño.
Desde el primer momento se descartaron a las corrientes marinas del Báltico como causantes, ya que estas no son capaces de arrastrar objetos de tales dimensiones.
Una segunda anomalía, encontrada a 182 metros de la primera, ha permitido a los descubridores sugerir que las dos podían formar parte de una sola estructura, ya que ambas parecen haber seguido una misma dirección sobre el fondo oceánico.
[14] La expedición recogió varias rocas que se encontraban en las inmediaciones de la formación.
Brüchert concluyó que en su amplia mayoría, las muestras se componían principalmente de granito, gneiss y arenisca.
Durante la expedición, se detectaron fallos de transmisión con el teléfono satelital de la nave Ancylus, mientras se encontraba sobre la anomalía, recuperándose la comunicación al distanciarse unos 100 metros del enclave.
Al mismo tiempo, se experimentaban dificultades con el sonar del robot submarino, aunque su cámara funcionase con normalidad.
El equipamiento que usó la expedición se componía de Multibeam echosonders un Blue View sonar y una cámara robótica submarina.
Sin embargo, los responsables afirmaron que tal acción no había sido posible.