Smith, quien servía como soldado al momento del enlace, se convirtió posteriormente en empleado doméstico.
Annie había luchado contra su adicción en su etapa adulta, y para 1880 había dejado de beber, si bien se cree que la discapacidad de su hijo supuso su recaída en el alcoholismo.
[11] Chapman se trasladó eventualmente a Whitechapel, donde en 1886 se hallaba viviendo en un albergue situado en el n.º 30 de Dorset Street, en Spitafields, con un hombre el cual se dedicaba a la fabricación de cedazos de alambre (wire sieves en inglés); debido a esto, Annie solía ser conocida como Annie «Sievey» o «Siffey».
El hombre con el que estaba viviendo la abandonó al poco tiempo y se mudó a Notting Hill, posiblemente a raíz del cese del pago de su pensión.
Un conocido la describió como «muy civil y trabajadora cuando sobria», aunque reconoció ver en ella «lo peor a causa de la bebida»[15] (según fuentes contemporáneas, Annie era inteligente y sociable aunque sentía debilidad por el alcohol, particularmente el ron).
[16] Como consecuencia del altercado, Chapman tenía un ojo morado y un moratón en el pecho, siendo estas marcas todavía visibles durante la autopsia.
[14] Hacia las 17:00 horas del 7 de septiembre, Amelia Palmer vio nuevamente a Annie en Dorset Street.
Chapman estaba sobria y Palmer le preguntó si iba a Stratford, lugar donde al parecer Annie ejercía la prostitución, si bien esta le dijo que estaba demasiado enferma para hacer nada.
Según Palmer, Chapman le dijo: «No sirve de nada que me venga abajo.
Debo reponerme y salir a buscar algo de dinero o no tendré alojamiento».
A las 23:30 horas, Chapman regresó al albergue de Crossingham y pidió permiso para entrar en la cocina.
En la cocina se encontró Chapman a las 00:12 horas con William Stevens, otro inquilino, quien acababa de entrar.
Después de abandonar la oficina, Annie se quedó en la puerta dos o tres minutos: «No te preocupes, Tim, volveré pronto», diciéndole por su parte a Evans: «No tardaré, Brummy [apodo de John].
[18] Según su declaración, el hombre llevaba puesta una cervadora y un abrigo oscuro.
[23] La prensa afirmó que habían sido hallados dos cuartos de penique en el patio, si bien esto no figura en los registros policiales conservados.
Al igual que Chapman, Nichols había sufrido un corte profundo en la garganta así como mutilaciones en el abdomen, habiendo sido empleada una hoja de diseño y dimensiones similares en ambos casos.
[30] John Richardson declaró que solía ver a extraños, tanto hombres como mujeres, en el pasillo del edificio.
La rigidez era más perceptible en el lado izquierdo, especialmente en los dedos, que estaban parcialmente cerrados.
Las incisiones en la piel indicaban que habían sido hechas de izquierda a derecha.
Los moratones en la cara son evidentemente recientes, especialmente los de la barbilla y el costado de la mandíbula, pero los moretones en la sien y en el pecho son anteriores — probablemente tenían unos días.
La tesis de que el asesino poseía conocimientos médicos fue rechazada por otros expertos.
[37] El propio Baxter terminaría desechando esa teoría, no volviendo a mencionarla jamás.
El cocinero William Henry Piggott fue detenido tras haber sido hallado en posesión de una camisa manchada de sangre mientras hacía comentarios misóginos, si bien afirmó haber sido golpeado por una mujer y que la sangre presente en la camisa era suya,[55] siendo posteriormente decartado.
Isenschmid, quien destacaba por su largo bigote pelirrojo, tenía un historial de problemas psíquicos, siendo arrestado en un asilo mental.
Tanto Isenschmid como Ludwig fueron exonerados tras cometerse otro asesinato mientras estaban bajo custodia de las autoridades.
[58] Edward Stanley fue descartado como sospechoso tras comfirmarse sus coartadas para dos de los homicidios cometidos.