Sobrevivió al ataque y logró regresar a su casa con algunas lesiones, donde le dijo a su compañera Mary Russell que había sido atacada por un grupo de hombres, uno de los cuales era un adolescente.
Según el informe del médico actuante, falleció como consecuencia de una peritonitis, pues se reveló que un objeto contundente le había sido insertado en la vagina, con ruptura de su peritoneo, originándose así gravísimas heridas que, posteriormente, serían fatales.
La investigación en el ámbito judicial fue presidida por el juez Wynne Edwin Baxter.
Durante los primeros tiempos, luego de ocurrido el infausto evento y los que le siguieron, se estimó que Smith había representado la primera víctima mortal del ejecutor en serie victoriano Jack el Destripador.
Esta posición no encuentra actualmente asidero entre los estudiosos de esos casos criminales, y este rechazo resulta prácticamente unánime.