Anna Magdalena Bach

Hacia septiembre, cuando tenía 19 años, estaba contratada en Köthen (ciudad residencial del pequeño principado de Anhalt-Cöthen) y ya conocía bien a Bach (de 36 años).

Juntos tuvieron trece hijos entre 1723 y 1742, de los cuales siete murieron pequeños.

Aunque seguramente fue una buena esposa y madre, los hijos del primer matrimonio no vieron con buenos ojos a la nueva madrastra y nunca perdonarían esta intrusión en su familia.

Al final de su vida, ya viuda, consta que la abandonaron a su suerte.

Al morir sin testamento, sólo le correspondió un tercio de sus bienes, quedando el resto para los hijos.

Como la mudanza era cara (y el Concejo tenía prisa por desalojarlos), generosamente se le concedió una ayuda para trasladarse a otro sitio.

Encontró una casita en la Haynstrasse y allí se marchó a vivir con sus cinco hijos.

No pudo pagar una lápida ni una cruz aunque encargó para su esposo un ataúd de encina, el mejor regalo que pudo hacerle escatimando dinero de sus exiguos ahorros.

El Concejo, avaro pero generoso, le compró unas partituras de su marido por 40 táleros.

Anna Magdalena y Johann Sebastian Bach .