Previamente, la animación tradicional requería técnicas de labor especializadas que consumían mucho tiempo y eran caras.
Maestros ya no están limitados a confiar en gráficas estáticas, pero pueden convertirlas en animaciones educativas.
Con la ayuda de las animaciones por computadora, el aprendizaje y la enseñanza puede ser más fácil, rápida e interesante.
[4] Las animaciones pueden carecer de efectividad educativa si los estudiantes no pueden procesar la información representadas adecuadamente.
Por ejemplo, parece que cuando el tema es complejo, los estudiantes pueden quedar abrumados por las representaciones animadas.
Por ejemplo, el paso al cual la animación presenta su información puede exceder la velocidad que el estudiante puede procesar efectivamente.
Otra sugerencia dirigiéndose a estos problemas es proveer un control de usuario al estudiante, sobre cómo funciona la animación.
Las características de la exhibición animada que son más conspicuas debido a su contraste con el resto de la exhibición no son siempre el mejor lugar para que los estudiantes dirijan su atención.
Esto ayuda a asegurar que el alumno extraerá la información requerida de la pantalla.
Hay un problema en el diseño de la animación que se muestra arriba a este respecto.
Si hay suficiente contraste dinámico entre uno o más elementos de la pantalla y sus alrededores, el efecto puede ser muy convincente en un sentido perceptivo.
Al igual que con las pantallas estáticas expuestas anteriormente, los elementos que son perceptiblemente convincentes (en este caso debido a su carácter dinámico) pueden no necesariamente ser de gran relevancia temática para la tarea de aprendizaje dada.
Como resultado, existe el peligro de que asistan a información sin importancia simplemente porque es perceptiblemente convincente.