Anicio Fausto Albino Basilio

Se desconocen sus orígenes, aunque su nombre sugiere que perteneció a las familias aristocráticas romanas Decia y Anicia: es probable que Basilio fuera el nieto del cónsul de 480, Cecina Decio Máximo Basilio, y quizá el hijo del cónsul de 493, Cecina Decio Fausto Albino.

[1]​ Cuando el rey de los ostrogodos Totila superó las defensas bizantinas y entró en la ciudad en diciembre de 546, Basilio, junto con Rufio Petronio Nicómaco Cetego, el presidente del Senado (que había sido cónsul en 504), y Decio (que había sido cónsul 529) escaparon de Roma con el general Besas.

[4]​ No queda constancia de cuanto tiempo vivió Basilio tras haber sido cónsul.

Según el historiador contemporáneo Procopio de Cesarea, esto ocurrió debido a los excesivos costos que suponían las inauguraciones consulares.

Estas podían llegar a costar 2000 libras de oro, gasto que Justiniano veía innecesario.