Angelo compró el Grand-Hotel Ligure situado en la Piazza Carlo Felice, en el centro de la ciudad, y el American Bar en la Galleria Nazionale de la Via Roma.[3] La máquina fue construida por un mecánico de apellido Martina, que trabajó bajo la supervisión directa del inventor.Angelo Moriondo nunca produjo su invento a escala industrial.Se limitó a construir unas pocas máquinas a mano, que celosamente conservaba en sus establecimientos, convencido de que era un importante reclamo para ellos.Bersten describe el dispositivo como «la primera máquina italiana a presión que controlaba el suministro de vapor y agua por separado a través del café», y a Moriondo como «uno de los primeros descubridores de la máquina espresso [sic]».