[7] Escocia entró en un periodo de incertidumbre durante el que los nobles se enfrentaron por la corona.Así, en 1295, el rey de Escocia renunció a su acuerdo con Inglaterra y entró en tratos con Francia, lo que enfureció a Eduardo, que inmediatamente invadió el país.Cuando el grupo alcanza Carlisle, se encuentran con Robert Bruce de Annandale, hijo del Robert Bruce que había aspirado a la corona, que se niega a abrirles las puertas.[9] El ejército real se dirige en primer lugar hacia Berwick, en la frontera angloescocesa.Los ejércitos ingleses se muestran inmensamente superiores a los escoceses, que no han entrado en batalla en mucho tiempo.Eduardo I depone a John Balliol en el castillo de Montrose, tras lo que marcha hacia el norte, donde se dedica a someter al resto de rebeldes.Los más importantes como Andrew Moray son enviados a la torre de Londres,[10] mientras que otros menos importantes, como el propio Andrew, son encarcelado en el castillo de Chester,[10] aunque su cautiverio no duraría mucho.Por si las cargas económicas fueran poco, el monarca inglés estaba estudiando la posibilidad de emplear soldados escoceses para reforzar sus expediciones militares en Flandes.[13] Cuando estos rumores comenzaron a circular entre los nobles escoceses, cundió la alarma y se prendió nuevamente la mecha de la rebelión contra el gobierno inglés Mientras los escoceses padecían la humillación de la ocupación inglesa, Andrew Moray permanecía en prisión.Dos fueron los primeros actos de rebeldía escocesa: Andrew Moray proclamando su desafío al gobierno inglés en Avoch, y el asesinato del Sheriff inglés de Lanark perpetrado por William Wallace.[14] Más al sur, la rebelión se extendió a Galloway, en la costa suroccidental, donde los escoceses tomaron varios castillos custodiados por los hombres de Eduardo.El más importante hombre del rey en la zona era Reginald Cheyne, sheriff de Elgin.Al día siguiente, el castillo fue sitiado por Andrew Moray, que exigía su rendición.[22] Eduardo I, que en aquel momento estaba más preocupado por sus guerras en Flandes que por la cuestión escocesa, encomendó la tarea de someter a Andrew Moray a los nobles escoceses leales.Andrew Moray se dirigió a su encuentro y ambas fuerzas se encontraron en las orillas del río Spey, en Enzie, al borde de la provincia de Moray.[23] No ha quedado relato del enfrentamiento, pero, según la carta enviada a Eduardo I por el obispo Cheyne,[24] parece ser que Moray y sus hombres se retiraron hacia Sin embargo, Hugh de Cressingham, quizá el más competente de los delegados reales, escribió al rey al respecto el 5 de agosto:[25] Mientras Andrew Moray ponía el norte de Escocia bajo su control y William Wallace campaba a sus anchas por el oeste, un levantamiento encabezado por otros líderes feudales estaba produciéndose al sur.[26] Se ignora si este documento llegó a manos del joven Moray, pero el caso es que, si lo hizo, fue rechazado por el escocés, por lo que su padre siguió confinado en la Torre.Hugh Cressingham describía la situación en una carta:[27] De los castillos al norte del Forth, únicamente Dundee permanecía bajo control inglés y en septiembre de 1297 se encontraba sitiado por los escoceses.Para ello, reunió un ejército y marchó hacia el centro de Escocia.Moray y Wallace situaron a su pequeño ejército al norte del Forth, cerca del viejo puente de Stirling, a la sombra del castillo de Stirling; Surrey, poco imaginativo y demasiado anclado en los principios de la caballería, llevó la batalla con ineptitud.Se estima que Surrey perdió a unos cien caballeros y cinco mil soldados en la masacre de Stirling Bridge.La victoria sobre Surrey en Stirling Bridge fue el colofón a la campaña de Moray.
Restos de
Duffus Castle
, reconstruido a principios de la década de 1300 para sustituir al incendiado por Andrew Moray.
Estatua de William Wallace en Aberdeen.
El Viejo Puente de Stirling en 2006. Este puente, construido años después de la batalla, se sitúa más abajo de la localización del puente donde tuvo lugar la batalla en otoño de 1297.
Vista del
campo de batalla
desde el castillo. En primer plano, el puente medieval de piedra y, al fondo, el National Wallace Monumento, en Abbey Craig, donde se dice que Wallace permaneció antes de la batalla.