En esta tesitura, la Armada volvió sus miras al otro lado del océano, estableciendo contactos con la US Navy para seleccionar un proyecto que permitiese la construcción de la nueva clase de escoltas.
Finalmente, se decidió utilizar como base del proyecto las fragatas antisubmarinas de la clase Knox.
Sin embargo, los requerimientos españoles eran diferentes de los estadounidenses, ya que la Armada necesitaba un buque con capacidad multipropósito en vez de un buque puramente antisubmarino.
[1][2] Durante su servicio en el bloqueo a la antigua Yugoslavia que se realizó, detuvo a varios buques para dar cumplimiento al bloqueo decretado por la ONU.
[7] Tras el derrame provocado por el petrolero Prestige, realizó labores de vigilancia y supervisión en la zona económica exclusiva española (200 millas) en la zona de Finisterre.