Durante su reinado, las mujeres de Argos fueron enloquecidas por Dionisos, y el adivino local Melampo fue requerido para curarlas.
[1] Éste pidió un tercio del reino como pago, pero el rey no aceptó.
Entonces las mujeres enloquecieron aún más y el rey tuvo que recurrir de nuevo a Melampo.
Esta vez, el adivino reclamó un tercio adicional del reino para su hermano Biante.
Su dinastía reinó más tiempo que la de Biante y Melampo, y más tarde el reino sería unificado de nuevo bajo su último miembro, Cianipo.