[3] Sin embargo, el sultán Ahmed no hizo esto cuando dejó con vida a su hermano Şehzade Mustafa después de su ascenso al trono en 1603.
Kösem constantemente hacía caridad a los pobres y Ahmed, por lo que se dice, solía acompañarla.
Los años siguientes fueron bastante caóticos, Mustafa pronto se mostró incapaz de ejercer el trono fue destronado debido a su enfermedad mental.
Esto parece haber sido una clara advertencia de Osman a Kösem, ya qué los siguientes podrían ser Murad y sus hermanos menores.
Murad estuvo durante mucho tiempo bajo el control de sus familiares más allegados (madre y hermanas) y durante sus primeros años como sultán, su madre, la Valide Kösem Sultan, gobernó a través del título Naib-i Saltanat como regente del imperio.
Sobre todo era conocido por sus oponentes a quienes sostenía y enroscaba por encima de su cabeza empleando tan sólo una mano.
Asimismo utilizó un mazo enorme (pesaba 50 kilogramos) y una gran espada, un mandoble, en sus batallas (estas armas pueden ser aún admiradas en el Museo del Palacio de Topkapı, en Estambul).
Ciñéndonos a lo militar, lo más notable del reinado de Murad fue una guerra contra Persia en la cual las fuerzas otomanas conquistaron Azerbaiyán, ocuparon Tabriz y Hamadán y, en una de las últimas grandes hazañas militares del Imperio otomano, tomaron Bagdad en 1638.
Después de su regreso a Estambul ordenó que respetados mandatarios del Imperio prepararan un nuevo proyecto económico y político para devolver al Imperio sus antiguos días gloriosos, lo que no pudo finalizar debido a su prematura muerte.
A pesar de su estricta política pública, su actuación personal no seguía los preceptos de la Shariah (ley islámica), lo que le valió la enemistad del shaykh al-Islam (máximo dirigente musulmán del imperio), al que acabó ejecutando.
En su sultanato el Imperio otomano se volvió a encontrar en una situación política favorable: reinaba de nuevo la paz interior y se había restaurado momentáneamente el prestigio y la solidez perdidos durante los primeros años del siglo XVII.
El emperador mogol, Shah Jahan había intercambiado embajadores con el sultán otomano Murad IV, fue a través de estos intercambios que recibió a Isa Muhammad Effendi e Ismail Effendi, dos arquitectos turcos y estudiantes de la famosa Koca Mimar Sinan Agha.
Ambos más tarde formaron parte del equipo mogol que diseñaría y construiría el famoso Taj Mahal.
Se conocen varias consortes, pero incluso se duda de su existencia ya qué destruyeron muchos archivos a la muerte de Murad, la verdad es que solo hay dos consortes conocidas:[8] Todos sus hijos varones no tienen una madre reconocida.
Aunque algunos normalmente son reconocidos como hijos de Ayşe o Şemsişah, no hay registros que hoy en día lo prueben.