En ese momento, Kösem Sultan y sus hijos, incluido el joven Ibrahim, habían sido enviados al Palacio Viejo.
Según algunas fuentes, Ibrahim también estuvo presente en el pabellón real, donde tuvo lugar la ejecución y su vida fue salvada solo por las súplicas de Kösem Sultan debido a su enfermedad mental.
Otros dijeron que Murad ni siquiera intentó ejecutar a Ibrahim en ese momento.
Luego de esto, Ibrahim vivía encerrado sabiendo que en cualquier momento sería asesinado.
Sin embargo, su hermano falleció prematuramente a causa de una cirrosis, lo que permitió su ascensión al trono.
Se necesitaban nuevos príncipes lo antes posible, pero Ibrahim no mostró interés por las mujeres y la sexualidad.
Debido a su condición mental, su madre, Kösem Sultan, y el último Gran Visir de Murad IV, Kemankeş Kara Mustafa Paşa, gobernaron en su lugar.
Aunque Kösem Sultan y Kemankeş Paşa no tenían una buena relación e incluso rivalizaban constantemente, aún trabajaban juntos de manera excelente por el bien del imperio.
Siguió constantemente los acontecimientos, negociando regularmente con el Gran Visir, para lo cual sus cartas escritas a mano también sirven como un buen ejemplo.
Con el tiempo, sin embargo, cayó bajo la influencia de un tal Cinci Hoca y se rebeló contra su madre.
Algunos historiadores otomanos describían como Ibrahim ordenaba ejecuciones constantemente, aunque las razones fueran, para muchos, absurdas.
La conocida carta de Kösem Sultan a Hezarpare Ahmed Paşa, fue escrita en este período.
[1] Libró una guerra contra Venecia, en la que los barcos venecianos lograron vencer en el mar Egeo, capturando Ténedos en 1646, puerta hacia los Dardanelos.
Como el gobierno de Ibrahim se hizo más impredecible, fue depuesto y asesinado, quedando en su lugar Mehmed IV.
En 1644, piratas malteses atacaron un barco otomano en el que, además del eunuco negro jefe, estaba presente el hijo de la nodriza del príncipe Mehmed, a quien Ibrahim amaba y apreciaba más que a su propio hijo.
Kösem Sultan concluyó su discurso con la siguiente frase: "Todos están unidos en la opinión de que el sultán debe ser depuesto; es imposible hacer otra cosa.
Me dices que si no entrego al Príncipe, entrarán en el palacio y lo tomarán por la fuerza."
Luego tuvieron que decidir pronto el destino del sultán Ibrahim, pero no fue fácil.
Finalmente, el nuevo Gran Visir, Sofu Mehmed Paşa, pidió al Seyhülislam Efendi que permitiera la ejecución de Ibrahim.
Esto no perduró mucho, ya qué Kösem murió asesinada tres años más tarde.