Son suyos también el sagrario de Rentería y los retablos de Berástegui, Lezo y Alquiza, localidades de Guipúzcoa todas ellas,[2] y el del convento de San Francisco de Tolosa, en el que trabajó de 1604 a 1609 aunque su instalación se retrasó a 1615.
[3] En 1592 contrató junto con Pedro González de San Pedro, otro destacado discípulo de Anchieta, el retablo de Cascante, destruido por un incendio en 1940.
[4] La adjudicación fue en este caso decidida por sorteo, comprometiéndose Bengoechea y González San Pedro a indemnizar a Jiménez de Alsasua por haber quedado fuera de la adjudicación.
[5] Su ejecución se demoró y en 1596 los primicieros del lugar les pusieron pleito alegando que habían descuidado el trabajo.
[6] Fue quizá ese retraso el motivo de que el retablo, obra destacada del romanismo navarro, quedase sn policromar.