Enviado a América en 1517, realizó una incansable actividad, judicial en Cuba, Santo Domingo y Nueva España, donde desempeñó funciones de justicia y gobierno.
[2] Pero actuó no solo como asesor en cuestiones legales, sino en temas relacionados con los descubrimientos geográfico de aquellas fechas.
Entre los testogos fue llamado Pelayo Briceño, alguacil mayor y Teniente del Capitán Gonzalo Dovalle.
Llegaron a la Nueva España en 1524 y formaron el Tribunal de Cuentas.
Dejó el gobierno a caro de Estrada, Albornoz y Zuazo.
Salazar y Almíndez se habían ido con Cortés hasta Coatzacoalcos.
Cuando Salazar y Almíndez llegan a la capital suprimen el primero de los decretos y hacen conocer solo el segundo, de esta forma se apoderan del gobierno.
En orden de importancia estos eran: Salazar recaudador de impuestos; Almíndez como inspector; Estrada como tesorero; Albornoz como auditor y Zuazo como justicia mayor o asesor.
Este último fue torturado y lo obligaron a revelar la ubicación del tesoro de Cortés.
Zuazo que durante todo esto estaba en contacto con Cortés, le comunicó la situación.