Aunque la actividad de la almona sanluqueña está documentada desde el siglo XVI, el edificio actual fue construido en los siglos XVII y XVIII.
El término "almona" es de origen árabe y se utiliza en Andalucía para designar a las jabonerías y a otras instalaciones industriales.
Este era el nombre que se daba a las cenizas de varias plantas, llamadas genéricamente almarjo[2] o barrilla (como la Sarcocornia perennis), de las que se obtenía la sosa necesaria para la fabricación del jabón.
En 1855, los duques de Medinaceli la vendieron a Ramón Sáenz, perdiendo su uso como jabonería y convirtiéndose en bodega.
Durante la guerra civil española se utilizó como hospital, habilitándose una de sus naves como mezquita para los soldados marroquíes.