Entre los amigos de su padrastro estaba Gustav Klimt, que le dio su "primer beso" cuando ella tenía 16 años y él 34.Según relata Susanne Keegan en su biografía Alma Mahler La novia del viento, la muerte de su padre fue un duro golpe para ella y "del dolor de esa pérdida nació su faceta más independiente y firme".En la sociedad de su época no pasó desapercibida, porque se mostró libre para opinar, siendo una mujer culta y creativa.[2] Conoció al compositor y director de orquesta Gustav Mahler en una cena donde todo eran elogios hacia la obra del compositor bohemio de origen judío, hasta que Alma Schindler expresó su opinión, contraria a la mayoríaː "Tu música no me gusta, no tiene estructura, le falta orden".En este tiempo, conoció al arquitecto Walter Gropius, que años más tarde fundaría la Bauhaus y con quién inició una relación.Desde 1912 tuvo una relación sentimental con el pintor Oskar Kokoschka, quien la retrató varias veces y que en su Die Windsbraut (La novia del viento) representó su amor por ella.Se establecieron finalmente en Los Ángeles, donde Werfel logró un singular éxito con su novela La Canción de Bernadette que fue convertida en una película en 1943 con Jennifer Jones como protagonista.En 1911, tras la muerte de Mahler, Alma fue asistente por un tiempo del biólogo y músico vienés Paul Kammerer (1880-1926), quien dos años atrás había comprobado con sus experimentos sobre sapos parteros (Alytes obstetricans) que una característica adquirida estaría siendo transmitida directamente a los descendientes.[8][9] Kammerer no insistió mucho en sus amenazas y en la primavera de 1912 la relación llegó a su fin.Desde muy joven, Alma Mahler fue una dotada pianista; estudió composición con Alexander von Zemlinsky en 1897 y escribió 16 lieder antes de cumplir los 20 años.