El depósito está excavado en el subsuelo, construido con fábrica de tapial encofrado realizado con cal, arena y ripios.
Junto a la cisterna se encuentra adosada una acequia contemporánea que permite la entrada de agua al interior.
Aljibes como el de la Estación o el Esparragal, estarían asociados a un proceso demográfico que se produce en los siglos XII XIII en el que se desarrollan asentamientos vinculados a una fortificación, en este caso el Castillo de Nogalte, que debió funcionar como un granero fortificado que permitió a los habitantes de estas alquerías asegurar sus recursos en épocas de inseguridad.
[2] La complejidad de este sistema se puede observar en un paño pintado por Antonio Joseph Rebolloso a mediados del siglo XVIII y donde se representa el conjunto de aljibes, acequias, partidores, cortijos o caminos rurales que forman parte del mismo, sumando un total de 134 descriptores.
[3] Con el paso del tiempo ha sido objeto de diferentes reparaciones que han permitido tenerlo en uso prácticamente hasta la actualidad.