Ese mismo día su canonjía extravagante es entregada a Bernardino de Trujillo.
Tras el fallecimiento de Sforza en 1505, Troya pasó al servicio del cardenal Cisneros como su procurador en Roma.
[1] Su carrera como cantor de la capilla pontificia también avanzó durante su etapa italiana.
En 1505 además se le dio el título de cubicularius [chambelán] y protonotario apostólico, posiblemente debido a sus logros académicos.
[1] Regresó a Toledo, donde obtuvo numerosos beneficios en la catedral y la diócesis, pero no consiguió tomar posesión de todos ellos.