Alfonso Sánchez García

Él vendía libretos de ópera a la puerta del Teatro Real de Madrid y estuvo trabajando en diversos oficios hasta que entró como aprendiz en el estudio del fotógrafo Amador Cuesta en 1895.

La estabilidad de este trabajo le permitió contraer matrimonio, y en 1902 nació su primer hijo, Alfonso que también sería conocido como fotógrafo con la misma firma, Alfonso, que su padre había comenzado a usar en 1904.

[6]​ Como retratista adquirió un gran prestigio tanto en sus fotografías en estudio como las realizadas en un ambiente más natural, algunos ejemplos son: Antonio Machado sumergido en el poliédrico marco cubista de los espejos de un café; Benito Pérez Galdós, ya casi ciego, escondido tras sus gafas oscuras y acariciando a su perro; Pío Baroja ensimismado en su batín; José Padilla componiendo o con su esposa Lydia Ferreira; Ramón María del Valle-Inclán en su diván mostrando los agujeros de las suelas de los zapatos o Federico García Lorca ligeramente movido y con el fondo único de una maceta con flores.

Al terminar la Guerra Civil tanto padre como hijo fueron depurados y se les retiró el carné de periodista.

En agosto de 1939 abrieron un nuevo estudio en la Gran Vía ya que el antiguo fue destruido por un obús.

Anuncio del estudio de Alfonso en el número 6 de la calle de Fuencarral de Madrid